El imponente Castillo de Buda se eleva sobre la ciudad de Várhegy, la colina de Budapest. El castillo ha tenido desde siempre una historia tumultuosa, que refleja los períodos históricos de altos y bajos de Hungría.
Hoy en día el castillo, a menudo llamado Palacio Real, alberga una serie de instituciones culturales, incluyendo dos museos: la Galería Nacional y el Museo de Historia de Budapest.
La estructura principal del Castillo de Buda aparece más bien austera en comparación con sus versiones anteriores; los interiores en cambio han mantenido la abundancia de adornos y suntuosidad, típico de los siglos pasados. A pesar de su historia hecha de continuas destrucciones y reconstrucciones, el castillo sigue siendo un impresionante complejo con vistas al Danubio por cerca de unos 300 metros.
El edificio consta de una serie de alas, que van de la A a la F, que se articulan en torno al Patio del León. Este último está rodeado por la Biblioteca Nacional, la Galería Nacional y el Museo de Historia de Budapest.
La mayoría de los visitantes entran al Castillo de Buda por la Plaza de San Jorge, al norte, donde el funicular conecta la colina con el Puente de las Cadenas y Pest. Una puerta ornamental de principios del siglo XX separa la plaza del área del palacio. Justo al lado de la puerta hay una estatua de bronce que representa a un ave de gran tamaño sobre un pedestal, símbolo del Reino de Hungría.
La Galería Nacional húngara ocupa cuatro alas del palacio; en esta se encuentran expuestas obras de artistas húngaros que van desde la Edad Media hasta la actualidad. No os perdáis de ver las colecciones del 1300 y 1400, contenidas en la antigua sala del trono. También es preciso apreciar la colección de pinturas del Romanticismo húngaro.
Al oeste del patio, frente a la galería, está la Biblioteca Nacional, que ocupa el ala F del palacio. La Biblioteca fue fundada a principios del 800 por Ferenc Széchényi, que donó su colección privada de más de 15.000 libros y manuscritos. Hoy en día la biblioteca cuenta con un ejemplar de cada libro publicado en Hungría.
El ala más al sur del edificio alberga el Museo de Historia de Budapest, que traza la historia de la ciudad desde la prehistoria hasta los tiempos modernos. El museo ofrece la oportunidad de ver los restos y las reconstrucciones del palacio medieval, incluyendo también la Capilla Gótica y la Sala de Armas.
Para descubrir la colina del castillo de Buda en todo su esplendor, le recomendamos que participe en una visita guiada por la ciudad.
Los jardines y patios del Castillo de Buda están abiertos día y noche, las 24 horas del día. A menudo, estos hospedan festivales para los cuales es necesario tener un billete para entrar.
El palacio, en cambio, puede ser visitado de acuerdo a los horarios de apertura de la Galería y del Museo: la Galería Nacional abre de martes a domingo, con un horario de 10:00 a 18:00; por su parte el Museo de Historia está siempre abierto, a excepción de los lunes. En otoño e invierno cierran a las 16.00 y no a las 18.00 como el resto del año.
Después de una visita al Castillo de Buda también es posible admirar algunos de los monumentos más famosos de la ciudad, que se encuentran en las inmediaciones, incluyendo:
Justo frente al Puente de las Cadenas está el túnel que atraviesa la colina sobre la que se encuentra el Castillo de Buda. Planeado por el mismo ingeniero que diseñó el primer puente permanente en Budapest, Adam Clark, el túnel se abrió a los peatones en el año 1856 (ahora ya no es viable) y el año siguiente al tráfico motorizado.
Con una longitud de 350 metros (aproximadamente la misma que la del Puente de las Cadenas), 9 de anchura y 11 de alto, tiene la entrada a la galería que se asoma sobre Pest, con un imponente ornamento arquitectónico en estilo neoclásico. Esta es considerada la puerta de la ciudad y desde allí se calculan todas las distancias entre la capital y otros lugares. La plaza situada enfrente está dedicada a Clark.
Una primera fortificación rudimentaria data del siglo XIII. Después de que las tribus mongoles invadieran Hungría, el Rey Béla IV decidió construir un refugio rodeado de paredes. De esta primera construcción no queda hoy ningún rastro.
Durante el renacimiento, el castillo, a instancias del Rey Matías, sufrió cambios para adaptarse al nuevo estilo de la época. Cuando Budapest sufrió la invasión turca entre 1541 y 1686, el complejo terminó por ser derruido. Se debió esperar a los Habsburgo para que la ciudad tuviera un nuevo palacio, construido entre 1714 y 1723 en estilo barroco.
Durante la revuelta de los húngaros contra el régimen habsbúrgico en 1849, el castillo fue de nuevo destruido parcialmente. Se llevó a cabo una obra de reconstrucción solo después del compromiso con los Habsburgo. Con la invasión alemana de la Segunda Guerra Mundial, en fin, el castillo sufrió graves daños. La reconstrucción se inició en 1950 y fue realizada por el arquitecto István Janáki en estilo clásico.
Durante los trabajos, las ruinas del palacio correspondientes a la época del Renacimiento fueron descubiertas e integradas en el nuevo complejo.
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