Hungría es un país de Europa central. Ofrece diversos escenarios naturales: bajas montañas en el noroeste, una gran llanura al este, ríos, lagos de todas las dimensiones entre los que destaca el Balatón – el lago más grande de Europa central, y tantos pequeños y bonitos pueblos y grandes ciudades.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Hungría entró a ser parte de los territorios bajo la influencia del Régimen soviético. En los años sucesivos solo fueron toleradas algunas concesiones; se deberá esperar al 1989 para la obtención de la independencia del país de Rusia.
A finales del siglo veinte Hungría ha visto un período de transición, entre una economía de corte socialista y una economía completamente capitalista, culminada con el ingreso en la Unión Europea en 2004 y con la firma del acuerdo de Schengen en el 2007. Hoy, a la par de otros países miembros de la UE pertenecientes al ex bloque soviético, está rápidamente convirtiéndose en uno de los países más desarrollados del mundo.
Aunque Hungría esté poblada por menos de 10 millones de habitantes, posee una vasta riqueza histórica y cultural. La diversidad del paisaje va de la mano de la variedad de las costumbres regionales y cada región del país ha desarrollado usos y tradiciones particulares.
Este apego a sus propios orígenes es perceptible sobre todo en los pueblos y en las zonas más rurales, mientras las grandes ciudades han sufrido una modernización que las ha acercado a las grandes metrópolis de Europa Occidental.
Hungría es uno de los 15 destinos turísticos más populares del mundo, fácilmente accesible con miles de vuelos, también low cost, provenientes de cualquier país. A pesar de sus dimensiones relativamente pequeñas, el país tiene numerosos lugares que son Patrimonio de la UNESCO, naturalmente también su espléndida capital, Budapest, forma parte.
La naturaleza húngara, aunque a veces monótona a causa del hecho de que más de la mitad de su territorio está formado por la Gran Llanura Húngara, regala algunos espectáculos magníficos, entre ellos:
Las actividades naturalistas que pueden ser realizadas en Hungría son múltiples. Es un destino ideal para la observación de aves; sobre todo en las áreas del Parque Nacional de Hortobàgy o en la Gran Llanura Húngara (Puszta).
El lago Balatón es uno de los mayores destinos turísticos del país; a lo largo de sus riberas surgen numerosos pueblos que son bases excelentes donde alojarse para explorar la zona, que en verano se encuentra literalmente tomada por los turistas.
El turismo termal está muy desarrollado en toda Hungría, que cuenta con más de 1000 fuentes termanles, muchas de las cuales han sido transformadas en baños y termas. Los más famosos son los baños Széchenyi en Budapest, construidos en 1913 en estilo renacentista moderno.
Hay cientos de balnearios esparcidos por todo el país: los baños de Miskolctapolca en la ciudad de Miskolc, cerca de las Montañas Bukk, y el centro termal de Egerszalók son solo algunos ejemplos.
Hungría posee algunos edificios realmente notables, que vale la pena visitar.
Pero seguramente el atractivo más interesante de Hungría es su capital, Budapest, ciudad conocida por ser uno de los centros europeos más amados por los jóvenes por su animada vida nocturna.
Budapest ofrece también una riqueza histórica de primer nivel, testimoniada en la parte vieja de la ciudad, donde se erige todavía el Castillo de época medieval. La ciudad es atravesada por el río Danubio, que divide las dos partes de la ciudad: Buda y Pest.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.